miércoles, 23 de enero de 2008

Producto

El producto es el bien o el servicio en sí que se comercializa. Es lo que se entrega al cliente.

En este caso el producto es el conjunto de servicios que un amante puede prestar: apoyo emocional, placer sexual, asistencia financiera, etc.

Cada persona debe analizar muy bien qué es lo que tiene para ofrecer a los demás.

Lamentablemente, es muy común verse a sí mismo como cliente y no como vendedor. Por eso es que tantas pesonas desfallecen en soledad esperando que alguien llegue a ofrecerles el producto que quieren. Además, como cualquier cliente, la persona promedio se piensa que puede pagar como baratija un producto de primer nivel.

De ahí viene que tantas mujeres sean incapaces de tomar la iniciativa y sin embargo rechacen a innumerables pretendientes. Y en los hombres se ve que se acercan a una mujer hermosísima a la que de hecho deberían considerar inalcanzable y se enojan al ser rechazados. Es como si se entrara a una automora a preguntar por el último sedán completamente equipado y se le exija al vendedor que acepte un precio equivalente al de un hatchback con diez años de uso.

4 comentarios:

Tania dijo...

"Cada persona debe analizar muy bien qué es lo que tiene para ofrecer a los demás".

Estoy de acuerdo contigo, necesitamos tomar conciencia de lo bueno y lo malo que incluímos en el paquete que ofrecemos, pero también pienso que sólo hasta que estemos con nuestro cliente vamos a poder conocer a fondo lo que tenemos para dar (a veces nos llevamos cada sorpresa...), podría decir que es parte del crecimiento que se da en pareja.

Gustavo Sosa dijo...

Pensamos igual ;)

A lo que me refiero en este post es a la chica que se pone a pensar: "Necesito un novio y voy a salir a buscar uno". Las condiciones particulares se ajustarán después, pero todos tenemos ciertos atractivos declarados que son en los que normalmente nos basaremos a la hora de "salir a cazar".

Por ejemplo, yo sería estúpido si baso mi estrategia de seducción en mi "deliciosa" voz, pero iría bastante sobre seguro si me baso en mi inteligencia y mi cultura. Así que un componente fundamental de mi servicio es una buena conversación.

Unknown dijo...

Sí. Pensé que me iba a sentir ofendida cuando leyera esto pero estoy de acuerdo. Así como antes de salir a buscar trabajo uno hace una lista mental de las capacidades y talentos propios, se debe tener en cuenta lo que se aportaría a una relación. Así es más fácil saber al mercado al que le vas a apuntar. Si a mí me gusta ser ama de casa y no me importa que mi pareja no me ayude con las labores, pues ya sé qué tipo de hombre quiero. Si soy alguien fuerte y no necesito que me protejan, o si tengo un cuerpazo y soy una mujer trofeo, lo mismo. No es cuestión de emitir juicios, es lo que a mí me funciona y la manera en que podría posicionarme en el mercado.

Unknown dijo...

Me quedé pensando en lo que escribiste. No sé casi nada de economía pero se me han ocurrido varias ideas. En verdad que este tema tiene mucho para dar. Con razón hiciste un blog aparte. Ya espero la siguiente lección.